Fundadora: Victoria Castillo
Entidad: Yo Soy Mi Dieta
Cargo: Propietaria Gerente
Redes sociales: @yosoymidieta
Web: www.yosoymidieta.com
Sector: salud, nutrición, sanitario
Servicios: asesoría nutricional on line
Habilidades: comunicación, desarrollo de objetivos con el paciente, don de gentes, transmito confianza, me gusta mucho estar rodeada de gente, competitiva, resolutiva.
¿De dónde viene el nombre de la empresa?
Hicimos una lluvia de ideas de donde salió de hecho el slogan “suma nutrientes no calorías”. Considero que, cuando las personas se responsabilizan de la alimentación la aplican así mismos. Por eso “Yo soy mi dieta”, quiero que sean conscientes de que ellos son su propia dieta, me contraten a mi o a cualquier otro profesional, de que va a consistir en ellos 100%. Yo soy el que decido.
También me apetecía mucho utilizar la palabra “dieta”; se tenía que entender que hago dieta pero que también hay un desarrollo de autoconocimiento. A mí, la palabra “dieta” me ha sonado siempre muy familiar y este nombre representa muy bien mis creencias.
¿Es tu primero proyecto de negocio?
Sí, y ya está ben por ahora.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Cuando de repente han pasado 1 año, 2 ó incluso 3 y veo que mis clientes han seguido sosteniendo peso, sus resultados, me envían fotos de cambio de composición (sobre todo cuando es deportivo) o cuando me dicen “me ayudaste a cambiar mi vida” ¡eso es muy bonito! Me gusta más mi trabajo cuando después me dicen que está bien hecho. A mí es lo que más me gusta. Después de ese tiempo trabajando juntos hay una buena relación, me siguen aún en redes o me mandar mensajes o fotos, me siguen mandado a familiares. El que digan “se quedó lo aprendido”.
La relación con mi cliente no tiene fecha fin. Salvo si no hay feeling. En ese caso ninguno va a disfrutar ni el cliente va a aprender. En ese caso, lo derivo a otro compañero, con ideales parecidos a los míos y en os que confío. Eso también me gusta mucho de mi trabajo, que puedo elegir. Cuando hay feeling, siempre hay éxito.
¿Qué quieres aportar a la sociedad?
Como sueño muy grande, me gustaría que el concepto de nutrición y deporte cambiase, sobre todo la composición corporal. Es decir, el construir músculo va ligado muchas veces a problemática mental porque es un sector muy exigente (especialmente el culturismo, que es de donde yo vengo). Quizá quedarnos en un punto intermedio, desarrollar musculatura, pero sin llegar una dificultad mental, conseguir llegar a disfrutar.
Creo que también es importante que la persona trabaje desde dentro, cambiar para que se refleje desde fuera, por eso yo siempre solicito analíticas clínicas para averiguar si tiene déficits por dentro que hace que por fuera no se vea. Cuando tú le das prioridad a la nutrición, desde un punto de vista de la salud, al cliente le gusta más y entiende que el cambio va a tardar más tiempo. Si eso lo proponemos muchas personas como yo, el cambio es posible.
¿Qué le recomendarías a cualquier persona que decida comenzar un proyecto de negocio?
Lo primero que recomiendo es que tenga un buen entorno, familiar y amigos especialmente, que le apoyen mucho, que tengan palabras muy positivas, que sean optimistas, que confíen en ella para cuando le falle la confianza a la emprendedora.
Los primeros meses siempre son bonitos, todo te parece maravilloso pero llega un momento que no es así y tenemos que tirar de personas (porque yo considero que es entre personas cuando creces), de asociaciones como Fundadoras que confían en ti. Si tun entorno no es el mejor, búscate tu entorno óptimo. Remar solo no es una buena opción.
Empezar. No considero que haya que enredarse mucho en hacer estudios de mercado, planes de empresa, lo importante es confiar en uno mismo (creo que todos fallamos en eso, en la confianza en uno mismo) y hay que empezar a hacer, en desarrollar el proyecto. Te descubres mucho como persona, tus capacidades.
¿Te has sentido discriminada en tu trabajo por el hecho de ser mujer?
Sí. Han habido circunstancias en las que yo me he reunido con un hombre para hablar de negocios y tener que escuchar proposiciones sexuales. Por otra parte, mi target es estilo culturismo, cambio de composición, son físicos muy potentes, y a las mujeres no se les da tanto valor porque parece que tu físico no está tan potenciado muscularmente como el de los hombres y parece que tengas unos rendimientos inferiores a ellos; que te juzguen en los vídeos por el culo que tienes, la postura que pones, lo que estás vendiendo es tu cuerpo… y eso a un hombre no le pasa (es la diferencia de vocabulario: del ”yeh, tío, cómo te estás poniendo” a “joder, qué culo, yo te daba”).
Este tipo de situaciones hace que no te apetezca seguir emprendiendo. Esto es de las partes más duras de mi trabajo. Es cierto que, a nivel estético, una mujer no puede muscularmente desarrollar un cuerpo como el del hombre, y eso hace que parezca que nosotras somos menos válidas que el hombre, pero no tiene nada que ver.